lunes, 27 de enero de 2020

LA SEMILLA DE MOSTAZA

LECTURA DEL DIA MATEO 13:31-35

(Lunes 27 de Enero 2020)

Muchas veces ignoramos el poder de las cosas pequeñas, nos gsta lo impresionante, lo grande, lo relevante, pero cosas que parecen insignificantes o irrelevantes no llaman mucho nuestra atención, sin darnos cuenta de que las cosas pequeñas tiene un potencial de convertirse en cosas muy grandes.

Basta con ver la historia de muchas grandes empresas que iniciaron pequeñas oficinas o con solo una idea y sin ningún presupuesto, o de gente influyente que tuco modestos inicios casi increíbles considerando su situación actual.

Jesús conto la parábola de la semilla de mostaza, afirmando que es la más pequeña, sino como una manera proverbial de afirmar que algo era muy pequeño y que a pesar de eso, encerraba un gran potencial, crecía mas que cualquier planta en el huerto a tal punto que aves del cielo podían hace nido en sus ramas y aun morar bajo las sombras.

Un hombre de Dios llamado Zorobabel en 536 A. C. guio desde babilonia la primera colonia de israelitas cautivos a Jerusalén restableció la observancia de las practicas sagradas de los judíos, incluso el culto público y la Fiesta de los Tabernáculos; luego se tomó la titánica tarea de reconstruir el templo, el inicio fue muy modesto y difícil, el libro de Esdras cuenta como Zorobabel rechazo el auxilio de los samaritanos para reconstruir el templo, estos samaritanos se disgustaron y dificultaron la construcción.

Después de 7 años se logró terminar el templo. Lo interesante de esto fue la palabra dada por el profeta Zacarías: Aquellos que no tomaron en serio los pequeños comienzos, ahora se alegraran viendo a Zorobabel terminar las obras (Zacarías 4:10).

No desprecies las cosas pequeñas, no te desanimes de los inicios insignificantes, porque si eres perseverante podrás ver como esas cosas crecen y serán de bendición.

Esto puedes aplicarlo a la parte laboral, o a tus proyectos o sueños, al ministerio o a tu vida familiar.

No menosprecies las cosas pequeñas, porque como la semilla de mostaza, no solo creció sino se acobijo a las aves del cielo, tus proyectos cuando crezcan no solo te bendecirás a ti, sino a también a otros.



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