LECTURA DEL DIA: 1 SAMUEL 17:32-51
(Domingo 9 Febrero 2020)
Uno de los salmos más amados por la cristiandad es el que el salmo 23, muchos incluso lo hemos aprendido de memoria, nos ha ayudado en tiempos de crisis, nos ha confortado en tiempos de dolor y nos ha afirmado en tiempos de incertidumbre. Su contenido está fundamentado en la misma vivencia de David como pastor, el cuidaba a sus ovejas, las alimentaba, peleaba por ellas.
La biblia registra en 1 Samuel 17:34-35: Pero David insistió: He estado cuidando a las ovejas y las cabras de mi padre. Cuando un león o un oso vienen para robar un cordero del rebaño, yo lo persigo con un palo y rescato el cordero de su boca.
Si el animal me ataca, lo tomo de la quijada y lo golpeo hasta matarlo. Él sabía el trabajo de un pastor, que ve por su rebaño, que no lo deja, que lo cuida y alimenta.
Con eso en mente, fue inspirado por el espíritu santo a escribir, “El señor es mi pastor”.
Si el siendo imperfecto hacia tanto por sus ovejitas, cuanto más Dios lo haría por sus hijos. Aunque hay tanto que aprender de este Salmo, hoy nos enfocaremos en el versículo 3, en la nueva traducción viviente dice: El renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre.
Este versículo es una buena guía de oración, primero debemos pedirle a Dios que renueve nuestras fuerzas; vamos a cansarnos, incluso hacer lo bueno cansa, vamos a llegar al límite, vamos a querer claudicar, pero pidámosle a Dios que nos renueve las fuerzas, que nos ayude, que nos dé nueva perspectiva de las cosas, que en la debilidad nos fortalezca.
En segundo lugar: Pidamos guía, que vayamos por el camino correcto, que tomemos las decisiones correctas, que nos relacionemos con las personas correctas y por último, demos honra a su nombre, agradezcamos confiando en que, si nos fortalecemos y hacemos lo correcto, nuestras acciones le agradaran y esto traerá honra para él.
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