lunes, 17 de febrero de 2020

CUIDA TU BENDICION

LECTURA DEL DIA: GENESIS 2:4-25

(Lunes 17 Febrero 2020) 

Muchos creen erróneamente que el castigo por el pecado fue el trabajo, incluso he escuchado gente decir: Si Adán no hubiera pecado no tuviésemos tanto afán. Pero en realidad esa no es la verdad, el trabajo fue establecido desde antes que el hombre pecara. 

Génesis 2:15 dice: Dios es el señor tomo al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Dios lleno al hombre de bendiciones, le entrego un huerto grande, maravilloso, productivo, pero junto con esa bendición le dio trabajo y responsabilidad. 

Las bendiciones de Dios no solo son cosas que merecemos, sino cosas que deben ser apreciadas, cuidadas y que debemos desarrollar y producir con ellas. 

Las instrucciones de Dios fueron muy precisas: el hombre debía cultivar el huerto y cuidarlo, haremos bien con aplicar estas instrucciones a todos los aspectos de nuestra vida: por ejemplo, la familia debe ser cuidada en todos sus aspectos, cuidar el corazón de los nuestros, cuidar nuestras relaciones, poner atención en los detalles debemos sembrar en ellos respeto, amabilidad, comprensión, empatía, ya que todo lo que sembremos bueno o malo, dará fruto; lo mismo pasa con las oportunidades y bendiciones, si gozamos de buena salud, es algo que debemos valorar y cuidar, si tenemos una empresa, un negocio o un empleo, debemos ser diligentes en el cuidado de todos los aspectos, en la atención que prestamos, en la utilización correcta de los recursos que tenemos y en el cuidado de la gente con la que trabajamos, además debemos entender que nuestras acciones son semillas y que debemos poner diligencia en sembrar buenas acciones, en sembrar confianza, en sembrar buen ejemplo, todo esto ayudara a que la empresa, el negocio o el empleo sea productivo y podamos disfrutar de los frutos de nuestra siempre. 

¿Qué cosas tenemos hoy que consideramos bendiciones y oportunidades? 

¿Las estamos cuidando adecuadamente? 

¿Estamos sembrando semillas? 

¿Estamos trabajando para que den fruto? 

Si no lo hacemos, estamos a tiempo de rectificar, cuida tu familia, cuida tu salud, cuida tu fuente de ingresos, cuida tu ministerio, haz que sea un huerto productivo. Recuerda, Dios te ha bendecido, pero debes cuidar esas bendiciones.

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